Sistemas Planetarios y Solares

 Sistemas Planetarios & Solares

Esta bitácora está orientada por el docente Alexander Cortes del área de Astronomía de la Universidad de Ibagué. En la cual se va a tratar uno de los temas más relevantes e incógnitos no solo de la ciencia y la astronomía, sino también de la cotidianidad de las personas. Estamos hablando de los sistemas planetarios, los cuales básicamente son un conjunto de planetas (cuerpos celestes) que están orbitando sobre una estrella, la cantidad de planetas pueden varias desde 1 hasta los que te puedas imaginar. Según algunas investigaciones existen cientos de sistemas planetarios en nuestra galaxia, existen cientos de galaxias. Así que imagínate cuantos sistemas planetarios existen en nuestro universo. Estos y muchos temas más serán referenciados a lo largo de este documento. Además, se va a apoyar el contenido con imágenes muy relevantes y concretas.


Fig 1. Representación de la vía láctea


2. Introducción 

Los sistemas planetarios reúnen todos y cada uno de los objetos o cuerpos estelares que se han encontrado hasta el día de hoy. 

Al hablar de los sistemas planetarios se refiere a un conjunto de planetas habitables o no que orbitan alrededor de una estrella,

un ejemplo claro de esto antes nombrado es el sistema solar, el cual consta de un total de 8 planetas (entre ellos la tierra) que

giran alrededor del astro sol. Según investigaciones dentro de la vía láctea (nuestra galaxia) existen miles de sistemas planetarios,

algunos muy semejantes al nuestro y otros en los cuales existe un único planeta girando alrededor de una estrella.


Se dice que nuestro sistema planetario se creó hace unos 4.600 millones de años. Con respecto a cómo se creó existen muchas

teorías entre ellas la del Big Bang. Al hablar de estrellas nos referimos a aquellos astros estelares que en su interior alcanzan una

temperatura mayor al millón de grados Celsius, dicha temperatura es umbral para que en su interior tenga reacciones nucleares

de importancia y a su vez esto ayuda a la gran emisión de luz. Dentro de las estrellas más conocidas se encuentran el sol, sirio,

Pólux, etc. Dichas estrellas están dentro de nuestra galaxia.


Por otro lado, un planeta es aquel cuerpo celeste que tiene un equilibrio hidrostático, el cual le permite conservar una forma casi

esférica. Además, es capaz de limpiar toda su órbita, órbita que se encuentra alrededor de cada estrella. Dentro de ellos existen

los planetas aislados, los cuales se asemejan a Júpiter en tamaño y masa, pero no cuentan con una órbita o no giran alrededor

de una estrella. Existen cuerpos sub estelares llamados enanas mayores, los cuales son del mismo tamaño de Júpiter. Pero,

con una densidad mucho mayor a la del mismo. 


Existe un método que se emplea hace bastante tiempo, dicho método ayuda a diferenciar entre enana mayor y planeta. Se llama

el criterio del deuterio, el deuterio es el isótopo del hidrógeno, tiene en su núcleo un protón y un neutrón. El deuterio es el

elemento más frágil de la naturaleza, se destruye por reacciones nucleares con una temperatura de 300.000°C al interior de los

objetos.


Ya sabiendo esto, se dice que es planeta aquel cuerpo con temperatura inferior incapaz de producir reacciones nucleares que

logren quemar el deuterio. En cambio, la enana marrón tiene una temperatura interior capaz de generar la reacción nuclear que

logre quemar el deuterio. Por último la masa de la enana marrón es 12 o 13 veces mayor a la de un planeta como lo es Júpiter.


Debemos decir que hace poco exactamente en el 2014 se descubrió un planeta (el último de ese sistema planetario) que es

capaz de albergar vida en su interior. Estamos hablando de Kepler-186f, un planeta del tamaño de la tierra, que en su superficie

cuenta con agua líquida. Además, su estrella, está a una distancia adecuada y es capaz de brindarle una temperatura que lo

vuelve totalmente habitable. Hablamos de este planeta porque es uno de los únicos capaz de semejante hazaña, por el

contrario Kepler-186b, Kepler-186c, Kepler-186d y Kepler-186e, son planetas que se asemejan a Marte o Júpiter. Los cuales

pueden tener agua, pero no las condiciones suficientes para poder ser habitados. 


Por otro lado, la gravedad también ha jugado un papel importante en hacer realidad el universo. La gravedad es lo que hace que

algunas materias se peguen para formar planetas, lunas y estrellas. La gravedad es lo que hace que los planetas se mueven

alrededor de las estrellas, al igual que la Tierra orbita nuestra estrella, el Sol. Es lo que hace que las estrellas se unan para formar

galaxias enormes. Los planetas más cercanos al Sol sentirán más fuerza gravitacional, por lo que se moverán más rápido; Lo

planetas son circulares debido a la acción de la gravedad, el cuerpo celeste produce un campo gravitacional a su alrededor, de

modo que toda la masa del cuerpo celeste se concentra en su centro y atrae toda la materia.


3. Historia

La humanidad estaba acostumbrada a vivir en una cotidianidad ciega y sin querer evolucionar mucho más allá de que existía un

único planeta llamado planeta tierra. Fue en 1920 que un sacerdote belga llamado George Lemaitre expuso una teoría la cual

constaba en que el universo se originó a partir de un único átomo primigenio el cual posteriormente generaría una gran explosión

denominada Big Bang. Dicha teoría fue ratificada por Edwin Hubble quien realizó observaciones de las galaxias alejándose de

nosotros a una velocidad considerable en todas las direcciones. A su vez, Edwin se apoyó del descubrimiento de la radiación

cósmica de microondas realizado por Arno Penzias y Robert Wilson.


Se dice, que el brillo de la radiación de fondo de microondas cósmicas, que se pueden encontrar en todo el universo, son restos

del Big Bang. Una vez se dio la primera teoría considerable acerca del Universo, se siguieron haciendo investigaciones. Esto

debido a que toda teoría resuelve incógnitas. Pero, esa misma teoría genera el doble de preguntas. Esta no es la excepción,

debido a que se generó una pregunta mucho más grandiosa y es, ¿Qué causó el Big Bang?. Cabe recalcar que esta pregunta

ya tiene respuestas. Pero, dichas respuesta no han sido comprobadas, por ende, no tienen validez.



Fig 2. Representación del Big Bang


Volviendo al pasado, más exactamente en el siglo II a.c. Aristarco planteó que nuestro planeta giraba alrededor de una estrella

llamada sol. Después, varios astrónomos griegos desmintieron dicha teoría, diciendo que eran los demás planetas y demás

cuerpos astronómicos quienes se movían alrededor de nuestro planeta, quienes hicieron hasta lo imposible por demostrar y

plantear que lo que ellos decían era totalmente cierto. Cosa que era imposible porque en ese entonces no se tenían las

herramientas suficientes para poder describir los movimientos de los planetas. 


Fig 3. Movimiento Planetario 




Fig 4. Copérnico


A finales del siglo XVI Copérnico propuso algo diferente pero ya planteado, que la tierra era un planeta girando alrededor del sol

y que todos y cada uno de los planetas giraban en forma de círculo uno más adentro que otro. Además, la tierra era el tercer

planeta con el círculo más grandes, después de Venus y Mercurio. Mas aparte Marte, Júpiter y Saturno contaban con unos

circulos mas grandes, haciendo que se muevan más lento, mucho más que el movimiento de la tierra.



Fig 5. Galileo Galilei


Un siglo después Galileo Galilei, se convertiría en el primer hombre en observar a los planetas gracias a un telescopio creado por

holandeses. Dicho avistamiento lo realizó con el fin de ratificar la idea planteada por su antecesor Copérnico. Además, observó a

la luna y a el sol con sus respectivas manchas solares. Con ganas de conocer más, decidió observar a Júpiter, pero se estrelló

con algo impresionante y era que a su lado se encontraban 4 lunas muy juntas entre sí. Después, decidió observar a Venus y vio

su forma visible cambiante, esto sucede cuando venus se encuentra de frente con nosotros delante del astro mayor.


3.1 Planetas Hallados

Hay teorías de expansión constante y expansión infinita en el universo, porque hay múltiples teorías entre el universo y las galaxias, y no hay argumento aceptado, pero dado que hay cada vez más planetas en el universo, esta es la más lógica. En el espacio, diferentes instrumentos han podido confirmar y registrar la existencia de planetas. Como su nombre indica, el sistema solar es un sistema planetario que se encuentra en la Vía Láctea y está formado por una sola estrella, el sol, un grupo de pequeños objetos y planetas. Consta de 8 planetas: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.

Saber que existe fuera del sistema solar es un misterio, causa intriga tanto en los investigadores como también en la gente común. Por tanto, al anunciar el descubrimiento de cuerpos extraños o nuevos planetas en el universo, la noticia trascendió fronteras, incluso más allá de las fronteras similares a la Tierra. Doce planetas son los que han sido revelados, pero lo más sorprendente es que uno de ellos puede ser habitable porque estos cuerpos celestes están ubicados en un cinturón donde las condiciones son mejores para la presencia de agua líquida. De los 17 encontrados en diferentes pistas, 3 tienen características particularmente sorprendentes. Son dos planetas del tipo súper-Tierra y un Júpiter que es caliente, ambos ubicados fuera del sistema solar. 


Fig 6. Los 7 planetas del sistema TRAPPIST-1, comparados con los del SS


Para realizar el descubrimiento se utilizaron varios instrumentos ubicados en el Observatorio en el norte de Chile. Uno de ellos es HARPS (Buscador planetario de velocidad radial de alta precisión o Buscador planetario de velocidad radial de alta precisión) y el espectrómetro Coralie en el telescopio Leonhard Euler de 1,2 metros en Suiza. Ambos están ubicados en el Observatorio La Silla (Observatorio Europeo Austral) y el Espectrómetro MIKE de ESO, este último ubicado en el Observatorio Las Campanas (Instituto Carnegie de Ciencias). Este trabajo incluyó ayudar a las estrellas candidatas a proporcionar información sobre el índice de calcio que utilizan para probar si hay un anillo de materia en la órbita del planeta observado. A su vez, se realizaron algunas observaciones de velocidad radial desde el espectrómetro Coralie y se calcularon los parámetros estelares.


3.2 Sistemas Planetarios Hallados


Hace menos de cuatro décadas, aún no se había observado ningún planeta o sistema planetario más allá del sistema solar. Sin embargo, el primer sistema planetario extrasolar descubierto fue identificado por Alex Wolszczan y Dale Frail a través de la sincronización de precisión de los pulsos del púlsar de milisegundos (una subclase de estrellas de neutrones de rotación particularmente rápida formadas durante explosiones de supernovas) PSR1257 + 12 (Wolszczan & Frail, 1992). El sistema contiene al menos tres planetas en órbitas casi circulares, los dos planetas exteriores presentan una masa comparable a la de la Luna.


Aunque la precisión de estas mediciones sigue siendo insuperable, el hecho de que los estudios no hayan podido encontrar un gran número de planetas púlsar ha obstaculizado en gran medida la interpretación del fenómeno. La pérdida de masa sustancial durante la explosión de una supernova desligaría cualquier planeta preexistente, por lo que los planetas del sistema PSR1257+12 deben haberse originado dentro de un disco formado después de la explosión.


También se descubre el planeta 51 Peg b, un cuerpo de masa de Júpiter que orbita una estrella de tipo solar, fue descubierto por Michel Mayor y Didier Queloz en 1995 a través de un programa de monitoreo de la velocidad radial de estrellas cercanas (Mayor y Queloz, 1995) .Desde entonces, se han encontrado más planetas extrasolares, la mayoría a través de búsquedas de velocidad radial.


Fig 7.Recreación de un sistema planetario



4. ¿Qué es y como esta compuesto un sistema planetario?


Un sistema planetario básicamente es un conjunto el cual está conformado por una única estrella centrada en el sistema

planetario, desde 1 hasta un número incontable de planeta los cuales se encuentran orbitando en forma esférica entorno a dicha

estrella. Además nos encontramos con todos los satélites pertenecientes a cada uno de los planetas, así como asteroides,

cometas, entre muchos otros cuerpos pequeños. Cabe recalcar que existen varios cuerpos menores que aún no han sido

identificados o que no se saben si existen o no.


El plano o espacio en el cual se encuentran todos y cada uno de dichos objetos o componentes antes mencionados, recibe

el nombre de plano de la eclíptica. La extensión de estos sistemas planetarios pueden ser aproximadamente de un año luz,

contabilizando desde el centro o estrella hasta su ultimo planeta. Finalmente, el 99% de la masa de los sistemas planetarios está

concentrado en sus astros mayores o también llamados estrellas.


Un claro ejemplo de sistema planetario es nada más y nada menos que nuestro hogar, el sistema solar. El cual tiene como

estrella el astro sol, cuenta con un total de 8 planetas cada uno con sus satélites o “lunas”, para el caso de nuestro planeta está

conformado por tan solo una. Su longitud es de 1 año luz, desde el astro sol hasta Neptuno, debido a que Plutón no es

considerado como planeta de nuestro sistema desde hace varios años, puesto que su distancia con el sol es muy considerable.


Fig 8. Partes de un Sistema Planetario


5. Sistema Solar

A la hora de hablar del sistema solar se hace énfasis en una historia muy amplia desde el momento donde la humanidad no entendía nada de su funcionamiento ese mismo desentendimiento los llevó a buscar respuestas y métodos, en su comienzo de manera analítica y al pasar los años se crearon herramientas para observar más allá de la vista común del ojo humano. Una de las primeras posturas fue la descrita como que el sol giraba alrededor de la tierra, es en este punto fue Nicolás Copérnico que desarrolló un sistema donde definía al sol como el centro entre los planetas (sistema heliocéntrico).

Así mismo, los científicos tomaron esto como una de las mejores y más concluyentes posturas y comenzaron a trabajar con esta teoría para entender cómo era esto posible dando entrada a la teoría de la fuerza gravitacional, la atracción gravitatoria del sol con respecto a los planetas y satélites naturales dando forma a una galaxia dentro de tantas en la vía láctea; con el tiempo se descubrieron cuatro planetas conocidos como los cuatro planetas interiores o terrestres, después se conocieron los planetas jovianos o exteriores.

Los nombres de estos planetas descubiertos fueron dados por los griegos correspondientes a Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno, y Plutón, este último fue considerado como el planeta enano debido a su tamaño tan reducido con respecto a los otros. Por otro lado, de este mismo sistema se pudo conocer que el sol es la fuente más grande de energía electromagnética, también medir el existente viento solar el cual fue evaluado y corresponde a una cantidad de 400 kilómetros por segundo, cerca de la órbita de la tierra.

Las dudas del hombre siempre son más grandes y después de estos descubrimientos se llegó a un punto como el espacio interplanetario, descubriendo la forma de energía que mantienen distanciado un planeta de otro entendiendo el gas interplanetario el gas interplanetario y el polvo interplanetario.

Fig 9. El espacio interplanetario


6. Planetas


Los planetas son cuerpos que giran formando órbitas alrededor de la estrella, tienen suficiente masa para que su gravedad

supere las fuerzas del cuerpo rígido, de manera que asuman una forma en equilibrio hidrostático.


Nuestro sistema solar está conformado por un total de 8 planetas los cuales giran alrededor del Sol. Mercurio, Venus, la Tierra y Marte son los más cercanos al Sol y son conocidos como planetas rocosos. Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno son denominados planetas gaseosos.



  • Mercurio

Es el planeta más cercano al Sol, es un mundo diminuto, denso y lleno de cráteres, tan cerca del Sol que las emisiones

solares lo queman y destruyen continuamente. Las temperaturas durante su largo período diurno alcanzan una

temperatura de 800 ° F (430 ° C), lo suficientemente caliente como para derretir el plomo. Sin embargo, debido a que

solo hay una atmósfera delgada, el calor se escapa lo suficientemente rápido como para que las temperaturas nocturnas

bajen a –290 ° F (–180 ° C). Ningún otro planeta del sistema solar experimenta tales extremos. Mercurio gira sobre su eje

con una velocidad muy baja, tiene una rotación que tarda casi 59 días terrestres. Sin embargo, también es el que orbita

más rápido de todos los planetas, completando su circuito del Sol en tan solo 88 días. Mercurio tiene una superficie sólida y rocosa, hecho de roca y metal. Es más pequeño que algunas lunas, pero más denso que cualquier otro planeta aparte de la Tierra.

Fig 10. Mercurio
  • Venus 

Es el segundo planeta más cercano al sol y el más cercano a la Tierra. Visto desde el espacio, Venus está envuelto en

nubes de color amarillo pálido que ocultan su superficie, pero los radares y sondas transportados por naves

espaciales han observado hacia abajo para descubrir un mundo infernal. Las nubes de Venus están inundadas de

gotitas de ácido sulfúrico y la atmósfera espesa del planeta pesa tanto que la presión en la superficie es 90 veces

mayor que en la Tierra. La superficie comprende rocas planas y estériles o volcanes, algunos de los cuales pueden

estar activos. Debajo de un cielo de color naranja intenso, un efecto invernadero desbocado atrapa el calor del Sol,

elevando las temperaturas a 880 ° F (470 ° C) y haciendo de Venus el planeta más caliente del sistema solar. Venus

gira en dirección opuesta a la mayoría de los planetas. Gira tan lentamente sobre su eje que tarda 243,187 días

terrestres.

Fig 11. Venus
  • La Tierra

Se encuentra situado alrededor de 150 millones de km del Sol. Cuando se formó el sistema solar, la Tierra fue el objeto predominantemente sólido más grande en tomar forma y adquirió la energía térmica más interna de los planetas rocosos. Como resultado, la Tierra era la más susceptible al desarrollo de flujos de calor internos y a la ruptura de su superficie en grandes placas, que se muelen lentamente unas sobre otras. Mediante una combinación de movimientos de placas conocidos como tectónicas, actividad volcánica e impactos de cometas, se acumularon grandes cantidades de agua en la superficie de la Tierra. La distancia del planeta al Sol, su gravedad y una atmósfera aislante se combinaron para crear las condiciones para que esta agua exista en cada uno de sus tres estados físicos, incluida el agua líquida, que era esencial para el desarrollo de la vida. Como resultado, la Tierra hoy parece única, con sus nubes de agua arremolinadas, vastos océanos y continentes coloreados de verde en algunas partes por la presencia de plantas.


Fig 12. La Tierra

  • Marte

Marte es un mundo de desierto amargamente frío, manchado de rojo oxidado por el polvo rico en hierro en su superficie. A pesar de que tiene la mitad del diámetro de la tierra y mucho más lejos del calor del sol, Marte muestra muchas similitudes destacadas a nuestro planeta hogar. Un mundo que parece inquietantemente familiar, con desiertos cubiertos de rocas, colinas, cañones espectaculares y un cielo brumoso salpicado de nubes blancas ocasionales. Marte tiene un día de 25 horas, casquetes polares que crecen y menguan como los de la Tierra, un eje inclinado solo dos grados más que el nuestro y lechos de ríos secos que insinúan la presencia pasada de agua. Los volcanes y los valles de las fisuras sugieren que las fuerzas tectónicas alguna vez fueron generadas por un interior caliente. Sin embargo, a pesar de los muchos paralelismos, Marte y La Tierra son mundos aparte. Con solo una décima parte de la masa de la Tierra, Marte carece de la gravedad para aferrarse a una atmósfera densa, y su aire tenue es casi desprovisto de oxígeno.

Fig 13. Marte

  • Júpiter 

Es el objeto más grande del sistema solar después del sol, Júpiter es una bola de gas bloqueada con nubes multicolores. este planeta que gira rápidamente está en círculo sin cesar por vientos y tormentas. El primero de los planetas gigantes más allá del cinturón de asteroides, Júpiter está casi cinco veces más lejos del sol que la tierra. compuesto de gas a una presión cada vez más alta hacia el núcleo, casi como una estrella en miniatura, tiene una atracción gravitacional lo suficientemente fuerte como para tener capturó una gran familia de lunas. incluso a simple vista, júpiter es fácilmente identificable como uno de los objetos más brillantes del cielo nocturno. girando sobre su eje en poco menos de diez horas, júpiter tiene el día más corto de todos los planetas en el sistema solar.

Fig 14. Jupiter

  • Saturno

Vestido con una manta blanca cremosa de gran altura nubes de amoníaco, con bandas de color suavemente apagadas

apenas visibles a través de la nebulosa cubierta, Saturno parece engañosamente plácido. Pero debajo de este

disfraz hay una atmósfera turbulenta. Saturno gira rápido, generando fuertes vientos que corren sin parar alrededor

el planeta. Las tormentas eléctricas colosales ocurren con frecuencia y puede durar meses, arrojando rayos miles de

veces más poderosos que los de la Tierra. Todos los planetas gigantes tienen sistemas de anillos, pero el de Saturno

es la gloria del sistema solar. Estos platos concéntricos en forma de disco están compuestos de innumerables rizos,

cada uno de los cuales consta de millones de fragmentos de hielo en órbita de diferentes tamaños y composición.

La densidad de Saturno es menor que la del agua: colocado en un océano lo suficientemente grande, el planeta flotaría. 

Fig 15. Saturno

  • Urano 

Urano es un mundo gigante, pero tan distante que es apenas visible a simple vista. Incluso los telescopios revelan poco

más: un puñado de lunas, cuyas órbitas indican que el planeta está inclinado hacia los lados, y una débil evidencia de

algunos anillos oscuros. La nave espacial Voyager 2 sobrevoló Urano en 1986, pero las imágenes que devolvió

resultaron decepcionantes sin rasgos distintivos, incluso bajo un escrutinio minucioso. Durante las siguientes décadas,

cuando la órbita de Urano mostró diferentes partes de su cara al Sol, el planeta salió de la hibernación. Los

poderosos telescopios ahora están revelando nubes arremolinándose alrededor de este mundo aguamarina.

La cantidad de luz solar que recibe Urano es solo el 0,25 por ciento de la que llega a la Tierra.

Fig 16. Urano

  • Neptuno

Neptuno fue descubierto por deducción. En el siglo XIX, los astrónomos se dieron cuenta de que Urano estaba siendo

arrastrado por la gravedad de un planeta desconocido. El astrónomo francés Urbain Leverrier calculó su posición en

1846 (siguiendo una pista de John Couch Adams en Inglaterra), y menos de un año después, los astrónomos en Berlín

encontraron Neptuno justo donde Leverrier había predicho. Neptuno, casi gemelo de Urano en tamaño, está tan lejos

del Sol que se necesita un telescopio para verlo. El octavo planeta probablemente tiene la misma estructura interna

que Urano, junto con un conjunto de anillos oscuros. Cuando la Voyager 2 pasó por Neptuno en 1989, mostró una

atmósfera agitada, con los vientos más rápidos del sistema solar. Incluso la característica más destacada de Neptuno,

la Gran Mancha Oscura, duró poco. Los vientos casi supersónicos de las manchas oscuras de Neptuno pueden superar

los 1200 km / h (700 mph).


Neptuno es el tercer planeta más masivo, después de Júpiter y Saturno. Es un poco más pequeño que el vecino Urano

porque tiene una atmósfera más delgada, pero su manto líquido más profundo lo hace más masivo en general.

Fig 17. Neptuno


7. Enana Marrón

Una enana marrón o subestrella, es una estrella más pequeña que las estrellas comunes, como nuestro sol; Así como es más

pequeña, también tiene menor masa y temperatura. Las enanas marrones tienen una característica que las distingue de las

estrellas normales, aparte de la proporción, y es que se han hallado algunas que orbitan otras estrellas, es decir, hacen

parte de un sistema solar y no son el centro. En cuanto a la temperatura; la temperatura del núcleo de las estrellas comunes

supera el millón de grados, mientras que las enanas no llegan a esta cifra, se quedan por debajo siempre. Se les trata como

sub-estrellas por la luz que emiten, y porque su comportamiento químico es similar al de las estrellas comunes, en su

interior-exterior queman deuterio. Además, las teorías de sus orígenes, son las mismas que los orígenes de las estrellas

comunes.


Fig 18. Enana Marrón (brown dwarf)


En 1995 se descubrieron los 3 primeros cuerpos sub-estelares: La primera TEIDE1, se descubrió en el telescopio Teide,

de ahí viene su nombre. Su masa es 55 veces la de Júpiter, y se encuentra a 400 años luz de nuestro sistema. La segunda

Gliese229B, orbita una estrella más pequeña que el sol, también tiene 55 veces la masa de Júpiter, pero es más vieja

que TEIDE1. Y 51 Pegasi B, un planeta que se incluye en esta lista, ya que su masa es poco menor que la de Júpiter

aunque lo supera en tamaño, y su órbita con respecto a su estrella es proporcional a la de mercurio, teniendo en cuenta

que dicha estrella es más pequeña que nuestro sol, la formación de este sistema y la existencia de 51 Pegasi B, es un misterio.


Fig 19. 51 Pegasi b


7.1. Diferencia entre enana marrón y planeta


Como bien sabemos, un planeta es un cuerpo celeste que orbita una estrella, sus características gravitacionales y composiciones químicas le permiten mantener su forma esférica. Existen planetas que no pertenecen a sistemas solares pero esto no va al caso. Hay planetas gaseosos, rocosos y combinaciones de los mismos, que poseen características aunque similares, son únicas entre sí. Una enana marrón o subestrella, a pesar de que se asemeja a un planeta, ya que orbita una estrella y mantiene su forma esférica gracias a sus características gravitacionales y composiciones químicas, posee características que un planeta no podría poseer, como las temperaturas extremas, aunque no superan el millón de grados, sigue siendo una temperatura que un planeta normal no podría alcanzar. Pero su mayor característica, y lo que más lo diferencia de un planeta y lo asemeja a una estrella es la quema y/o destrucción de deuterio.

Fig 20. Deuterio


8. Estrellas


Las estrellas son enormes cuerpos celestes hechos principalmente de hidrógeno y helio que producen luz y calor a partir de las fraguas nucleares en movimiento dentro de sus núcleos. Aparte de nuestro sol, los puntos de luz que vemos en el cielo están todos a años luz de la Tierra. Son los componentes básicos de las galaxias, de las cuales hay miles de millones en el universo. Es imposible saber cuántas estrellas existen, pero los astrónomos estiman que en nuestra galaxia, la Vía Láctea, hay alrededor de 300 mil millones. El ciclo de vida de una estrella abarca miles de millones de años. Como regla general, cuanto más masiva es la estrella, más corta es su vida útil.       

                              Fig 21. Estrellas de lejos                         

El nacimiento tiene lugar dentro de las nubes de polvo a base de hidrógeno llamadas nebulosas. Al transcurrir miles de años, la gravedad hace que las bolsas de materia densa dentro de la nebulosa colapsen bajo su propio peso. Una de estas masas de gas que se contraen, conocida como protoestrella, representa la fase naciente de una estrella. Debido a que el polvo de las nebulosas las oscurece, las protoestrellas pueden ser difíciles de detectar para los astrónomos. A medida que una protoestrella se vuelve más pequeña, gira más rápido debido a la conservación del momento angular, el mismo principio que hace que una patinadora sobre hielo que gira acelere cuando tira de sus brazos. El aumento de la presión crea un aumento de las temperaturas y, durante este tiempo, una estrella entra en lo que se conoce como la fase T Tauri relativamente breve.

Fig 21. Estrella de cerca

Millones de años después, cuando la temperatura del núcleo sube a unos 27 millones de grados Fahrenheit (15 millones de grados Celsius), comienza la fusión nuclear, que enciende el núcleo y pone en marcha la siguiente, y más larga, etapa de la vida de una estrella, conocida como su secuencia principal. 

La mayoría de las estrellas de nuestra galaxia, incluido el sol, se clasifican como estrellas de secuencia principal. Existen en un estado estable de fusión nuclear, convirtiendo hidrógeno en helio e irradiando rayos X. Este proceso emite una enorme cantidad de energía, manteniendo la estrella caliente y brillando intensamente.