Introducción:
Babilonia fue un antiguo imperio localizado en la región central-sur de Mesopotamia o de Oriente Próximo como es denominada esta región actualmente, la cual se encuentra situada entre los ríos Tigris y Éufrates. Por otro lado, la capital del imperio era la ciudad de Babilonia que estaba ubicada cerca de la actual ciudad de Hilla en Irak; a su vez el imperio babilónico llegó a extenderse por Acad y Sumeria, territorios que hacían parte de la antigua Mesopotamia. En cuanto a su historia, esta se divide en dos etapas principales; el imperio paleobabilónico o amorrita (1792 a. C. - 1595 a. C.) y el imperio neobabilónico o caldeo (626 a. C. - 539 a. C.). Asimismo, se debe reconocer la importancia de las culturas de Mesopotamia como la cultura babilónica, debido a que fueron pioneras en varias de las ramas del conocimiento como por ejemplo la astronomía; por lo tanto los estudios y descubrimientos hechos por estas culturas influyeron en otras civilizaciones de la época, lo que permitiría el desarrollo de la cultura occidental. Un claro ejemplo de esto es la astronomía babilónica que sirvió como base para el desarrollo de la astronomía en varias civilizaciones, siendo tan acertada que sus teorías y descubrimientos se continúan aplicando en el mundo actual.
1. Astronomía en Babilonia:
En la antigua Sumeria podemos encontrar los registros más antiguos del estudio relacionado con la astronomía. Esta cultura fue pionera en dicha rama del conocimiento, no obstante los babilonios y los asirios (que ocuparon la misma zona geográfica) heredaron sus conocimientos y tradiciones astronómicas junto con sus mitos y leyendas acerca del cosmos, desarrollando así su propia cultura astronómica que, con el tiempo pasaría a los griegos, islámicos, indios, entre otros hasta llegar a la actualidad. De todas estas civilizaciones mesopotámicas, los babilonios fueron los que lograron mejor éxito en el estudio de los astros, dejando así el mejor legado para la astronomía occidental. Tanto es así, que en la actualidad se continúan utilizando algunas de las constelaciones designadas por esta civilización, y se tienen en cuenta las sorprendentes predicciones realizadas por los astrónomos de la época que son muy cercanas a la comprensión que se tiene del mundo actual y los sucesos que tienen lugar en este.
De forma que, la astronomía babilónica cimentó las bases de la astronomía de civilizaciones posteriores como la griega, la hindú, la de los sasánidas, la del imperio bizantino y la de los sirios así como la astronomía medieval musulmana y europea. Los autores clásicos griegos y latinos citan frecuentemente astrónomos de mesopotamia llamándolos «caldeos», los cuales eran en realidad sacerdotes y escribas especializados en la astrología y otras formas de adivinación. Entre el siglo VIII y VII a. C., los caldeos desarrollaron un acercamiento empírico a la astronomía, elaborando una cosmología que detalla una versión ideal del universo. También desarrollan la astrología, ligada a la posición de los planetas, se basa sobre un razonamiento lógico, contribución decisiva a la astronomía y a la filosofía de la ciencia. Para algunos pensadores e investigadores esta podría ser la primera revolución científica.
Por otro lado, los astrónomos babilónicos tenían un conocimiento avanzado en matemáticas y eran capaces de predecir eclipses y solsticios. Dichos fenómenos estaban relacionados con la religión y los presagios, dado que se pensaba que todo tenía algún propósito en astronomía. De esta forma, los astrónomos mesopotámicos lograron elaborar un calendario de 12 meses basado en los ciclos de la luna, en el que el año estaba dividido en dos estaciones (verano e invierno). Asimismo, se debe resaltar el trabajo de Seleuco de Seleucia, quien fue el único astrónomo babilónico que apoyó la teoría de un modelo heliocéntrico en relación con el movimiento planetario; Seleuco es conocido por apoyar la teoría heliocéntrica de Aristarco de Samos, en la que plantea que la Tierra giraba alrededor del Sol, y a su vez porque presuntamente logró probar dicho teoria, aunque se desconoce los argumentos que utilizó para lograrlo.
1.1 La Astronomía Paleobabilónica:
La astronomía paleobabilónica es la astronomía practicada antes del surgimiento de la dinastía caldea en el reino babilonio y se considera como el origen de la astronomía occidental. Entre el 3500 a. C. y el 3000 a. C., los sumerios desarrollaron una forma de escritura conocida bajo el nombre de cuneiforme, lo que les permitió crear los primeros registros acerca de los eventos celestes.
Los babilonios fueron los primeros en registrar por escrito el carácter periódico de ciertos fenómenos astronómicos y en haber aplicado cálculo escrito para formular sus previsiones. Las tablillas de arcilla del período paleobabilónico (1792 al 1595 a. C.) muestran que se usaban métodos matemáticos para determinar la variación de la duración del día durante el año solar. En la actualidad se conservan siglos de observaciones de fenómenos astronómicos bajo la forma de tablillas cuneiformes denominadas Enûma anu enlil. El más antiguo de estos textos astronómicos reconocibles del cual se dispone hoy en día es la Tablilla 63 llamada también Tablilla de Venus de Ammisaduqa, que da una lista de las salidas y puestas del planeta Venus en un ciclo de 21 años. Se trata de la primera identificación de un movimiento astral periódico.
1.2 La Astronomía Caldea:
La astronomía caldea comprende no solamente la astronomía practicada bajo el reinado de la dinastía homónima en Babilonia (626 a. C.-530 a. C.), sino que también incluye la practicada en el Imperio seléucida y por los reyes partos.
Durante el reino de Nabonassar (747-733 a. C.) se observa una mejora notoria en las observaciones astronómicas tanto en cantidad como en calidad. Se comenzaron a archivar de forma sistemática los fenómenos celestes considerados importantes para la adivinación, lo que conlleva al descubrimiento de nuevas periodicidades como el ciclo de 18 años que separan dos eclipses lunares. El astrónomo griego Ptolomeo (100-170 d. C.) fijó el origen de su calendario en el comienzo del reino de Nabonassar, juzgando que las primeras observaciones fiables se remontan a esa época.
Los últimos descubrimientos de la astronomía caldea tienen lugar bajo el Imperio seléucida (323-60 a. C.). En el siglo III a. C., los astrónomos comienzan a utilizar cronogramas para predecir el movimiento de los planetas. Estos textos son anales de observaciones anteriores que servían para detectar repeticiones periódicas en los planetas con algún significado astrológico importante. Durante este tiempo o poco después los astrónomos comenzaron a reemplazar las tablillas por fórmulas de cálculo para encontrar la fecha de los próximos eventos.
2. VISIÓN BABILÓNICA DEL COSMOS:
La astronomía babilónica designa las teorías y métodos astronómicos desarrollados en la antigua Mesopotamia, región situada entre los ríos Tigris y Éufrates (en el actual Irak) y donde se desarrollaron algunas de las civilizaciones precursoras de la astronomía occidental. Entre estas civilizaciones se destacan los sumerios, los acadios, los babilonios y los caldeos. La astronomía babilónica cimentó las bases de la astronomía de civilizaciones posteriores como la griega, la hindú, la de los sasánidas, la del imperio bizantino y la de los sirios así como la astronomía medieval musulmana y europea. Los autores clásicos griegos y latinos citan frecuentemente astrónomos de mesopotamia llamándolos «caldeos», los cuales eran en realidad sacerdotes y escribas especializados en la astrología y otras formas de adivinación.
Entre el siglo VIII y VII a. C., los caldeos desarrollaron un acercamiento empírico a la astronomía, elaborando una cosmología que detalla una versión ideal del universo. También desarrollan la astrología, ligada a la posición de los planetas, se basa sobre un razonamiento lógico, contribución decisiva a la astronomía y a la filosofía de la ciencia. Para algunos pensadores e investigadores esta podría ser la primera revolución científica. Las técnicas y métodos desarrollados por la astronomía babilónica serían retomados en gran medida por la astronomía clásica y helenística.
2.1 Cosmología Babilónica:
En cuanto a la creación del cosmos, el mito babilónico de la creación es el más antiguo que se conoce hasta la actualidad. Su nombre es “Enuma elis”, el cual fue escrito quince siglos a.C. y relata cómo fue el origen del mundo a partir de un caos primordial. El mito cuenta que en el principio de los tiempos, el agua del mar, el agua de los ríos y la niebla estaban mezcladas, y cada uno de estos elementos es personificado por tres dioses: la madre Ti'amat, el padre Apsu y el sirviente Mummu. Después relata que el agua del mar y el agua de los ríos engendraron a Lahmu y Lahamu, ambos son dioses que representaban el sedimento, y éstos engendraron a Anshar y Kishar, que representan los dos horizontes (el límite del cielo y el límite de la Tierra). Además el mito resalta que en aquellos tiempos, el cielo y la Tierra estaban unidos; y según la versión más antigua del mito, el dios de los vientos separó el cielo de la Tierra; mientras que en la versión más moderna y elaborada, señala que Marduk se encargó de realizar tal hazaña, quien es el dios principal de la cultura babilónica. Por consiguiente, el mito cuenta que Marduk se enfrentó a Ti'amat (diosa del mar), este la logró vencerla y cortó su cuerpo en dos, dichas parte las separó, y de esta manera construyó el cielo y la Tierra. Posteriormente, creó el Sol, la Luna y las estrellas, que colocó en el cielo.
En consecuencia, la cultura babilónica considera que el mundo era una especie de bolsa que tenía aire en su interior, y que en la zona inferior se encontraba la Tierra, mientras que en la zona superior estaba el cielo. A su vez las aguas se encontraban arriba y abajo, por lo que a veces se filtraban, lo que producía la lluvia y los ríos. No obstante, la cosmología babilónica se basa en fenómenos naturales que fueron asociados a sucesos de dimensiones fabulosas.
2.2 Telescopios, una ventana hacia el descubrimiento:El electromagnetismo y las radiaciones que existen en el cosmos son otro tema que nos corresponde como investigadores de las generalidades de la astronomía, ¿por qué? Por ejemplo, la radiación emitida por el sol llega hasta nuestro planeta tierra y quienes la habitamos, tanto los animales como las plantas receptamos esa radiación para beneficiarnos en nuestros procesos vitales. Por la misma línea, se encuentra el tema de la luz y como esta se transporta en el espacio y en nuestro planeta, además de ser un factor vital para nuestras vidas. Adicional a ello, la luz es el principal fenómeno utilizado por los telescopios para poder capturar imágenes del universo, pues estos aparatos cuentan con lentes capaces de convertir esos rayos de luz en visualizaciones espectaculares. Pese que en la antigua Babilonia no se contaba con dicha tecnología, era aún más difícil para los hombres de esa época hacerse un día de la multivariedad del universo, su comportamiento y como estaba compuesta. Por lo anterior, esta época se basó principalmente de teorías y planteamientos sobre los distintos fenómenos estelares (eclipses por ejemplo).
3.TIEMPO ASTRONÓMICO PARA LOS BABILONIOS
3.1 Calendario lunisolar asirio-babilónica:
Las comunidades mesopotámicas, que a partir de el inicio se organizaron con un elevado nivel de socialización, advirtieron el valor de proveerse de un eficaz instrumento para calcular la época, y debido a las excavaciones y al descubrimiento de varias tablillas en escritura cuneiforme, tenemos exuberante información del modo en que el calendario asirio-babilonio ha sido estructurado. Una ejemplificación de aquellas tablillas es el siguiente:
Los sacerdotes astrónomos asirio-babilonios, se orientaron hacia la solución más artesanal, la que era más accesible a la población, o sea, hacia la del mes lunar correspondiente a la rotación sinódica de la Luna. Su duración se concluyó como 29,5 días, y el principio del mes se estableció en el día del Novilunio, día en el cual coincidiendo con el Sol, la Luna se interpone entre este y la Tierra; en esta postura muestra a la Tierra el hemisferio oscuro haciéndose invisible, apareciendo a occidente velozmente tras la puesta de sol, a modo de una finísima y apenas perceptible hoz, con la convexidad hacia ponente.
Esto naturalmente presentaba un problema bastante complejo: el de armonizar el calendario lunar con otra unidad fundamental del cálculo de tiempo, la del año trópico o solar, con la durada de 365,25 días. De esta forma, pues 12 meses lunares de 29,5 días cada uno, suman un total de 354 días, para cubrir los 11 restantes días del año solar se hacía primordial adicionar de tanto en tanto, un 13º mes. La necesidad de esta armonización o sincronización es notable si consideramos la necesidad de que cada estación astronómica comenzase constantemente en el mismo mes.
El primer mes recibía el nombre de Nīsannu, se iniciaba con el equinoccio de primavera. Cuando se hacía necesario intercalar el decimotercer mes, se repetía uno de ellos, como mostramos. Los asirios y los babilonios repetían el mes de Addāru o el mes de Ulūlū con el nombre de 2º Addāru o 2º Ulūlū.
3.2 El año trópico:
El año trópico (del término griego τρόπος (tropos): rotación) o año solar, es el tiempo transcurrido entre dos tránsitos del Sol por el cénit de un mismo trópico, es decir, entre dos solsticios o dos equinoccios con el mismo nombre; un período igual a 365 días, 5 horas, 48 minutos y 46 segundos.
Es por consiguiente el periodo de las estaciones, o el tiempo que tarda el Sol en volver a la misma postura, visto desde la Tierra, en su recorrido de la eclíptica cuyo punto cero es el punto Aries. En astronomía, el primer punto Aries, además denominado punto gamma (γ), pertenece a los 2 puntos de vista de intersección de la eclíptica con el ecuador celeste (puntos equinocciales), donde se encuentra el Sol en el equinoccio de primavera, es decir, una vez que en el recorrido de la eclíptica, pasa del hemisferio austral al boreal. Una vez que en su aparente recorrido anual, el sol transita por este punto, la Tierra está en el equinoccio de primavera.
3.3 El mes sinódico:
Para los babilonios, el mes sinódico consistió en el tiempo empleado por la Luna hasta alinearse nuevamente con el Sol y la Tierra, una vez completada una órbita entorno a ella. El sinódico se deriva del latino synodicum, que se interpreta como reunión. Da a entender, la alineación entre dos o más astros, en este aspecto se refiere a el Sol, la Luna y la Tierra. El mes sinódico puede indicarse con los términos de lunación, revolución sinódica o mes lunar. La duración del mes sinódico es de 29 días, 12 horas, 44 minutos y 2,9 segundos. Los 12 meses sinódicos constituyen un año lunar, integrado por 354 días, 9 horas y 48 minutos.
4. LA ASTROLOGÍA DE BABILONIA:
La Astrología comienza en Babilonia hace más de 3500 años. Al principio, astronomía y astrología fueron prácticamente la misma ciencia. La astrología babilónica se introdujo en Grecia a principios del siglo IV a.C. y se consideraba como una ciencia. Platón y Aristóteles entre otros, realizaron diversos estudios de ella. Además, el zodiaco babilónico tenía 12 constelaciones: Aries, Pléyades, Géminis, Praesepe, Leo, Spica, Libra, Escorpio, Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis. Los astrólogos griegos fueron los que cambiaron Pléyades, Praesepe y Spica por Tauro, Cáncer y Virgo, permaneciendo así hasta el día de hoy. Cada constelación se asignó a un Dios y, todas las debilidades o fortalezas que éste tenía pasaban al signo del Zodiaco al cual pertenecía esa constelación. Los griegos daban una importancia muy grande al día de nacimiento de cada persona. Y con las nuevas constelaciones ya era posible determinar las fortalezas de quien naciera, y tal vez incluso, preparar a sus padres. En la antigua Grecia se creía que cada evento importante de la vida de las personas podría predecirse a través del conocimiento de los horóscopos.
A continuación se dejará un link que contiene un video para que acorde a sus dudas, pueda solucionarlas de una manera más interactiva.
5. Referencias Bibliográficas:Astromía. (2008). Astronomía en Babilonia. Recuperado de: https://www.astromia.com/historia/astrobabilonia.html.
El Mundo. (2016). La sofisticada astronomía de los antiguos babilonios. Recuperado de: https://www.elmundo.es/ciencia/2016/01/28/56aa618fe2704e62358b45fe.html
Riveiro, A. (2015). La astronomía en la antigua Babilonia. Recuperado de: https://www.astrobitacora.com/la-astronomia-en-la-antigua-babilonia/
Sinc. (2016). Los antiguos babilonios rastreaban a Júpiter con geometría avanzada. Recuperado de: https://www.agenciasinc.es/Noticias/Los-antiguos-babilonios-rastreaban-a-Jupiter-con-geometria-avanzada
Jiménez, D. H. (2015). La astronomía en la antigua Mesopotamia. ArtyHum: Revista Digital de Artes y Humanidades, (12), 99-110.
Visión del Universo en distintas culturas. (s.f). Profesor en línea. Recuperado de: https://www.profesorenlinea.cl/universalhistoria/Universo_Vision_culturas.htm
La vía. (s.f.). La astronomía Caldea y Babilonia. Recuperado de: http://www.lavia.org/espanol/archivo/CalendarioAkkadSP.html.